Luis Suárez caza al Eibar
Un gran partido de Luis Suárez, con dos goles y una asistencia, tumban a un Eibar que luchó por tener la posesión, pero que careció de pegada. Los culés no enamoran con su juego, pero suman de tres en tres en el último mes y medio.
El Barcelona ha metido la directa en Liga. Seis victorias en los últimos seis partidos representan la mejor racha de los pupilos de Ernesto Valverde en el presente campeonato. Remando, tirando de talento y de oportunismo, los culés se sobrepusieron a un valiente Eibar que, quizá en otra coyuntura, hubiese podido aspirar a puntuar en el Camp Nou.
A los azulgrana se les caen los goles y al final la efectividad marca la diferencia. Los locales anotaron dos goles de sus dos primeros tiros a puerta y Luis Suárez mostró su momento de forma fino siendo una pesadilla para la defensa del Eibar, que vio como marcó dos y asistió en uno de ellos a Messi, en un partido poco brillante del Barça.
El Eibar intentó sorprender de inicio disputando la posesión y presionando alto a un Barcelona cuya disposición inicial –con Arthur, Rakitic y Coutinho– era de dominar el esférico. Los visitantes incomodaban a unos culés que jugaban a cámara lenta, con excesiva previsibilidad, incluso Messi parecía tener roto el botón de sprint.
El partido iba por esa senda de modorra, de hipercontrol que a veces le encanta a Valverde, hasta que un chispazo cortocircuitó la monotonía presente. Una falta en la medular sacada rápida, cuatro pases al primer toque y una gran pared entre Coutinho y Luis Suárez –menuda definición con el cuerpo adelantado– poniendo en vanguardia a unos azulgrana que pocos méritos hicieron en una primera mitad que sólo tuvo ese tiro a puerta en haber.
El Eibar, tras recibir el golpe en el minuto 18, intentó reaccionar con Cuquerella –sí el ex canterano azulgrana que sacó los colores al Madrid– encarando a Sergi Roberto una y otra vez. La gran ocasión de los vascos llegaría en el minuto 27 con un cabezazo de Sergi Enrich que se marchó por milímetros del marco defendido por Ter Stegen.
El Barça, sin apenas posesión ni chispa, se encomendaba a una aparición de un Messi que se encontraba sistemáticamente rodeado por dos o tres rivales. Coutinho y Suárez no aprovecharon el sobremarcaje para volver a hacer alguna de las suyas y no fue por no intentarlo. El brasileño pidió un penalti inexistente a cinco minutos del descanso, mientras que el uruguayo se pegaba con la zaga visitante hasta el punto de ser amonestado.
El Barça se desata
El descanso no cambió el semblante del partido. Lenglet seguía exhibiéndose achicando los centros del Eibar, pero los visitantes se crecieron demasiado. Perdieron en exceso el respeto al Barcelona y eso con tanta calidad en el campo se termina pagando. Arbilla personificó esa escena cometiendo un grave error en la salida del balón y permitiendo a Luis Suárez el robo.
El uruguayo combinó con Coutinho y después encontró a Messi para que, de sutil definición, sentenciase el partido con un disparo raso cruzado ante la salida de Riesgo. Ese gol desató al Barcelona. El rosario de ocasiones se empezó a suceder. De los dos goles en dos tiros a puertos se pasó a la abundancia.
Luis Suárez, que perdonó una, no estaba dispuesto a irse sin mojar más. El ariete pilló desprevenida a la defensa rival en un saque de banda rápido de Sergi Roberto y aumentó el castigo a la osadía del Eibar. Valverde tenía vía libre para rotar y pensar en la remontada copera de esta semana frente al Levante.
El Eibar, pese a todo, no le perdió la cara al partido en busca del gol del honor, mientras que Dembélé –saliendo desde el banquillo– ponía en pie al Camp Nou con varias galopadas que no fueron gol de milagro. No cayó ningún gol más. El Barça sigue firme en su candidatura al título. A ver quien le aguanta el tirón. Y jugando a años luz de su mejor versión.